1.- Aún más importancia del cliente final
La logística continúa asumiendo el reto de un cliente exigente, más interactivo, informado, con nuevos canales de compra y de comunicación.
El poder del comprador y su influencia van a seguir modificando las estructuras de las cadenas de suministro de todo el mundo.
Su exigencia a la hora de recibir sus compras más pronto y de que nos adaptemos más a su rigurosidad continuará reduciendo los tiempos de tránsito y ampliando las posibilidades de reparto. Las entregas con hora concertada, en el mismo día, en puntos de conveniencia, etc. continuarán ganando terreno.
2.- Big data y el Internet de las cosas
Ser capaces de recoger y analizar más datos repercutirá en una mejora del servicio. Sin embargo, para ser capaces de lograrlo las empresas se verán obligadas a adaptarse rápidamente, el big data debe ser parte fundamental de la estrategia empresarial.
Conocer todos los datos de una entrega aumentará la calidad de estas, pero al mismo tiempo exigirán a las empresas ser capaces de reaccionar en un menor tiempo. Por ejemplo, si los nuevos sistemas detectan que ha podido producirse desperfectos o una modificación de la temperatura en la mercancía y resulta necesario detener una entrega o sustituir la mercancía.
3.- Mayor complejidad
Más tecnología y más datos exigirán una mayor planificación. Y ésta implicará un menor margen para el error. Al estar más conectados los procesos logísticos, el desarrollo de cadenas de suministro ‘just in time’ demandarán entregas más puntuales.
Ser capaces de obtener mejores datos sobre stock y demanda también hará que las empresas traten de tener un stock de seguridad más pequeño, confiando tanto en lo afinado de sus datos como en la frecuencia cada vez mayor de las entregas. De nuevo, esta tendencia exigirá unos niveles de calidad en las entregas aún superiores.
4.- Logística colaborativa
Aunque pueda parecer paradójico, la mayor competencia entre los operadores logísticos irá de la mano de una mayor necesidad de colaboración entre ellos.
La influencia de la logística colaborativa ya se deja sentir de diferentes formas en el sector. Por ejemplo, las redes de distribución de paletería y paquetería se alimentan en muchos casos de la filosífia “piensa en global, actúa en local” y se componen total o parcialmente de empresas más pequeñas que unen sus fuerzas para convertirse en grandes jugadores nacionales e internacionales.
Pero, según diversos expertos, la logística colaborativa va a ir aún más allá. En el futuro, la tendencia será que las empresas sean más proclives a compartir recursos ociosos, entrando en dinámicas ‘ganar-ganar’ a las que hasta ahora han sido más reacias. Cargar mercancía de otro operador en nuestro vehículo para optimizar un viaje e incluso la integración de sistemas informáticos entre empresas que faciliten estas colaboraciones podrán ser situaciones cotidianas en el futuro.
5.- Visibilidad de la cadena de suministro
Esta visibilidad consiste en la capacidad de las empresas para mantener la trazabilidad de la mercancía a lo largo de todo el tránsito de la misma.
Además de controlar esta visibilidad, las empresas de transporte tendrán que ser capaces de trasladar la obtención de estos datos al exterior. El cliente y el resto de participantes en la cadena de suministro exigen conocer cada vez más el estado de los envíos de una manera informatizada e instantánea.
6.- De multicanal a omnicanal
Internet y el e-commerce han transformado la realidad de los puntos de venta. Ahora la venta es multicanal u omnicanal, y un supermercado no se acaba en sus estanterías sino que tiene continuidad en su página web y en el comercio electrónico, que está en el móvil de sus clientes.
Esta tendencia modifica la cadena de suministro de sus proveedores, que han de ser capaces de atender tanto el gran abastecimiento de los establecimientos físicos como la demanda de particulares en cantidades mucho menores, pero a su vez de mayor frecuencia. Ser capaces de ofrecer esta flexibilidad será una de las demandas de los próximos tiempos.
Las exigencias futuras nos obligan a entender el mundo como un solo mercado, internacionalización.
7.- Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad
La creciente concienciación de la población con los temas sociales llevará a las empresas a cuidar más sus políticas de Responsabilidad Corporativa. En el mundo del transporte, esto se verá acentuado por el compromiso que los operadores logísticos tienen en la conversación del medio ambiente.
El uso de politícas medio ambientales respetuosas y de procesos verdes, que dejen una huella ecológica menor, serán valorados cada vez más por los clientes, ya sean estos particulares o empresas.
8.- Automatización de procesos
Las exigencias y retos del futuro hacen imprescindible mecanizar y automatizar procesos, a través de los avances tecnológicos y herramientas informáticas logran reducirse tiempos, costos, errores, disminuyendo así la complejidad de las operaciones, generando mayor rentabilidad, capacidad y agilidad en los procesos logísticos; la automatización de procesos se entiende como un paso inevitable dentro de la industria logística, debido al ritmo, exigencia y gran surtido de productos que los mercados demandan.
Fuente: https://www.transgesa.com