Actualmente el país cuenta con algo más de 206.700 kilómetros de carreteras, y se encuentra trabajando en la culminación de distintos proyectos que aumentarían significativamente esa cifra, como es el caso de las autopistas de cuarta generación que suman 8.000 kilómetros.
No obstante, según consideraciones del Banco Interamericano de Desarrollo, hoy en día el país requiere 45.000 kilómetros de vías adicionales para aumentar su productividad y tener un crecimiento económico sostenido.
Además, señala que la brecha en cuanto a dotación y calidad de las carreteras es de -52%, en comparación con países de ingreso per cápita similar.
Así mismo, el organismo internacional llama la atención en que la densidad vial en Colombia es de 530 kilómetros por millón de habitantes, mientras que en países con igual nivel de desarrollo, la cifra es superior, como es el caso de Brasil con 1.066 kilómetros por millón de habitantes y México, con 1.188 kilómetros por millón de habitantes.
“La red vial se caracteriza por una gran vulnerabilidad a factores climáticos, poca inversión gubernamental y precaria conectividad entre ciudades y dentro de las mismas. Lo anterior se refleja en los altos costos de transporte interno y de exportación, que duplican el promedio de la región y de la OCDE”, indican en un informe en el que analizan los retos en infraestructura del país y la Región Andina.
Este escenario nacional, se da a pesar de que, según destacan, entre 2012 y 2015 la inversión en infraestructura se incrementó de manera considerable y alcanzó un 6,5% del PIB, frente al 3,3% promedio registrado entre 2008 y 2012.
“De esta inversión, más del 63% correspondió a inversión privada (4,1% delPIB) y se concentró principalmente en el sector transporte. A pesar de lo anterior, el crecimiento económico del país continúa explicándose fundamentalmente por acumulación de factores, y no por aumentos en la productividad. De esta manera, la economía enfrenta el reto de incrementar la productividad para alcanzar una trayectoria de crecimiento sostenible, por lo cual la inversión en los sectores de infraestructura adquiere especial relevancia”, concluyeron.
De acuerdo con calculos de Anif, en el 2017 el 47% de las vías pavimentadas del país estaban en buen estado, pero el 34,3% tenían una calificación regular y el 20% estaba en mal estado.
Esto, sin contemplar la realidad de los 142.284 kilómetros de vías terciarias, también conocidas como rurales, sobre las cuales se calcula que solamente el 18% se encuentran en buen estado, lo que corresponde a alrededor de 26.945 kilómetros.
De acuerdo con registros del Invias, el 94% de esas carreteras están sin pavimentar, y de ese segmento, el 81% se encuentran en estado regular o malo.
Y de los 8.000 kilometros de vías terciarias pavimentadas, el 66% no están en condiciones óptimas.
Planes en el PND
Del total del gasto planteado en el Plan Nacional de Desarrollo, que suma $1.100 billones entre 2019 y 2022, se plantea destinar $44,7 billones (4,7% del PIB) a la implementación de políticas para el sector de transporte y logística y $53,8 billones (5,6% del PIB) a proyectos de descentralización y conexión de los territorios.
En vías terciarias, que son las que mayor atraso y peores condiciones presentan, en octubre pasado se anunció que se destinarían $500.000 millones para mejoramiento y mantenimiento.
Esta suma, aunque insuficiente para atender la adecuación y construcción de dichos corredores, se apalancaría con recursos de regalías de los distintos territorios para alcanzar una inversión de $1 billón y tener un mejor alcance.
De acuerdo con Rafael Puyana, subdirector sectorial del Departamento Nacional de Planeación, en el primer semestre del 2019 se lanzará el programa Colombia Rural, en el que se invitará a los municipios para que envíen sus proyectos relacionados con vías terciarias y así poder acceder a los mencionados recursos y a acompañamiento del Invias.
La meta es mejorar 400 kilómetros de vías terciarias y hacer mantenimiento a 15.000 kilómetros más, ya que la falta de seguimiento es lo que ha permitido en mayor medida el deterioro de esas carreteras.
Sin embargo, el programa no contempla específicamente la pavimentación de los corredores ni la construcción de nuevas vías terciarias.
“Hoy en día existe el trazado (de las vías), pero en las épocas de lluvias, por ejemplo, se inundan y se hacen intransitables. El mejoramiento muchas veces puede ser una placa huella o un asentamiento de la vía, no necesariamente pavimentación. Primero, porque muchas veces es una solución innecesaria y segundo, porque los recursos alcanzarían para muy poco. Lo más importante, consideramos, es el mantenimiento, para que no se pierda lo que se hizo y se va a hacer después con los inviernos”, manifestó Puyana.
Las exigencias del plan son, fundamentalmente, que se trate de vías prioritarias y que conecten los sectores rurales con las cabeceras municipales.
Y aunque todos los territorios del país pueden participar, se tendrá especial atención por las subregiones del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), ya que se reconoce que en las zonas que fueron más afectadas por la violencia hay menos disponibilidad de infraestructura vial y que hay una correlación entre eso y los altos niveles de pobreza.