Un estudio encomendado por el BID analizó la factibilidad de su implementación.
Grandes desventajas competitivas afrontan las islas del Caribe desde el punto de vista comercial, tales como como su ubicación geográfica que las hace depender exclusivamente del transporte marítimo y aéreo; y los costos del transporte marítimo y de los seguros un 30% más altos que el promedio mundial.
De hecho, esta subregión desarrolla vía marítima el 90% de sus operaciones de importación y exportación de bienes. En relación a los costos más elevados que deben cancelar se dan por una serie de factores, como, por ejemplo: una infraestructura portuaria antigua e ineficiente, horarios de funcionamiento poco flexibles, operaciones intensivas en mano de obra e impuestos aduaneros y al consumo elevados.
Este escenario desfavorable llevó a que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) encomendara la realización del estudio “Short Sea Shipping Network and Finance Model for the Caribbean” (Red de transporte marítimo de corta distancia y modelo de financiamiento para el Caribe), que apunta a resolver la siguiente interrogante ¿podría el fortalecimiento de las redes de Transporte marítimo de corta distancia (TMCD) convertirse en un mecanismo que genere opciones de transporte más confiables y competitivas para la región?
De esa forma la investigación -desarrollada por la consultora CPCS Transcom- examinó la infraestructura comercial y de transporte existente, así como los marcos regulatorios. Además, los autores se encargaron de analizar diversos escenarios para ofrecer alternativas para mejorar y fortalecer las redes regionales de TMCD.
Bajos volúmenes comerciales
A partir del estudio se desprenden los siguientes hallazgos. Por ejemplo, se plantea que los volúmenes del comercio interisleño en el Caribe Oriental y Meridional no resultan suficientes para justificar la implementación del TMCD. Por lo que es un aspecto que queda a la voluntad y capacidad de los países para ofrecer subsidios.
Por otra parte, el escaso volumen de carga implica que mejorar la infraestructura y los equipos puede no generar los rendimientos financieros mínimos para que se realice la inversión.
De igual forma se detecta como una falencia la direccionalidad de los servicios de transporte de carga, ya que todos se dirigen de norte a sur.
A su vez, desde la perspectiva de las líneas de transporte marítimo, se precisa que los niveles de servicio actuales y la direccionalidad son acordes a las necesidades de la región.
Implementar innovaciones
Ante la falta de factibilidad financiera para la puesta en marcha de una red dedicada de TMCD, la consultora CPCS Transcom efectuó recomendaciones para tener en cuenta ante futuras investigaciones o implementación de innovaciones.
Estas medidas tienen relación, por ejemplo, con la reducción de los cargos de operación portuaria intrarregional para contenedores con carga menor que un contenedor completo, lo que podría brindar beneficios y cuya implementación quedaría sujeta al ámbito de acción de los terminales caribeños. Otra alternativa tiene relación con invertir la dirección de los flujos de carga, o sea, efectuar el transporte de sur a norte podría ser rentable para las líneas marítimas.
Por último, plantea que se requiere ejecutar sistemas de comunidad, con el fin de facilitar el transporte y el comercio, a través de mejoras a la eficiencia y reducción de costos y tiempos necesarios para transportar los bienes dentro de la región podría lograrse. Por ejemplo, a través de sistemas de comunidad.
En ese sentido es clave contar con el apoyo político de organizaciones como la Caricom.