El gremio exportador le pide al nuevo Gobierno adoptar una política para mejorar la productividad y la firma de nuevos acuerdos bilaterales.
Más allá de la polémica que se dio durante la campaña presidencial sobre las exportaciones entre aguacate y petróleo, el presidente electo, Iván Duque, deberá hacerle frente a varias tareas que plantea Analdex, de cara a los próximos cuatro años.
Javier Díaz, presidente de este gremio, dijo que primero el país debe contar con una política productiva, la cual “resulta esencial” para tener una canasta exportadora más diversificada y no depender tanto de los bienes minero-energéticos.
En este sentido, el dirigente recordó algunos puntos inconclusos del gobierno saliente como el punto incumplido en comercio exterior del Plan Nacional de Desarrollo, que tenía como meta a 2018 que las exportaciones de bienes no minero energéticos alcanzaran US$27.674 millones del total de lo vendido en el exterior. Sin embargo, la cifra del año anterior evidenció que estas exportaciones llegaron a US$16.890 millones.
En segundo lugar, Díaz aseguró que deben encontrarse caminos para facilitar las tareas en este sector. “Hacer comercio exterior en Colombia es costoso y difícil. El presidente electo deberá trabajar en los temas aduaneros y logísticos”, indicó el presidente de Analdex. Este es otro de los asuntos de los compromisos que no se van a alcanzar en el gobierno Santos que es el de llegar a exportar, a desaduanar en 48 horas, sin embargo, hoy día toma 112 horas. Este había sido uno de los compromisos con Estados Unidos, cuando se firmó el TLC en el 2012.
En tercer lugar, precisamente está el tema de los acuerdos comerciales, sobre el cual vale la pena recordar que en campaña los principales candidatos presidenciales, incluido Iván Duque, dijeron que revisarían los ya firmados y que no eran proclives a suscribir unos nuevos. Para Díaz “hay que sacarle el jugo a los firmados. Vale la pena también mirar si la culpa es del instrumento o de la política. Considero que el presidente electo debería mirar algunos adicionales. Incluso hay unos que están prácticamente listos y se debe encontrar la manera de concluirlos”.
Sobre este punto, el presidente gremial fue más allá al argumentar que “lo del Acuerdo Transpacífico puede ser bastante interesante. Con el continente asiático hay que mirar qué acciones comerciales adicionales se pudieran tener”.
En cuarto lugar, el gremio exportador insistió sobre la necesidad de tener un marco regulatorio más eficiente en cuanto a mejores aparatos tributarios, fiscales y pensionales.
En el quinto puesto de las peticiones aparece el asunto del transporte multimodal. “En las 4G se avanzó bastante en el gobierno del presidente Santos, sin embargo, falta una tarea larga.
Hay que complementar la infraestructura con lo de los ferrocarriles y lo fluvial. Esto, con el fin de abaratar los costos tanto para exportadores como para importadores. Retomar lo del tema de la navegabilidad del río Magdalena resulta clave también”, puntualizó Díaz.
Por último, uno de los temas más retadores para el nuevo presidente será ver cómo se puede potenciar la economía naranja, en cuanto a exportaciones, dado que es un experto del tema, al haber escrito varios libros sobre este tema.
“Sí es fundamental abordar la exportación de este tipo de servicios. Incluso, el país debería hacer una apuesta más arriesgada por estos.
Me parece que hay un potencial de crecimiento muy grande en el comercio electrónico”, destacó el presidente de Analdex.
Relación con Estados Unidos
Al ser Estados Unidos el principal socio comercial de Colombia, aliado y cooperante, la mayor fuente de inversión extranjera y de turistas hacia Colombia, la directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, planteó un plan de trabajo sobre la relación binacional.
En cuanto a comercio, para Lacouture, se deben resolver los “irritables”. “Para ampliar los mercados y multiplicar las posibilidades de acceso para los productos colombianos hay que resolver con la mayor urgencia los asuntos pendientes de la agenda comercial (propiedad intelectual, competencia desleal, reforma laboral, formalidad, derechos humanos, chatarrización, protección de datos, entre otros), por los cuales se percibe un ambiente de cierta desconfianza en el ámbito legislativo estadounidense”, manifestó la directora de AmCham.
Para AmCham, otras de las tareas importantes para Duque será el de la diplomacia comercial y prudencia política. “Las acciones establecidas por la administración del presidente Donald Trump, buscan generar mecanismos que logren incrementar la producción interna de ese país.
En ningún momento se han propuesto acciones contra Colombia. Son medidas de alcance global que, por supuesto, pueden tener efectos colaterales, pero no interferirán en la relación entre los dos países. Tampoco hay interés manifiesto en revisar los acuerdos comerciales, pues para ese efecto existen las comisiones de verificación para actualizar, mejorar, corregir y trabajar en su evolución y conveniencia bilateral”. Desde AmCham Colombia recomendaron trabajar todos los asuntos de la agenda con diplomacia comercial y prudencia política. Por último, está el asunto del acuerdo para evitar la doble tributación que brindaría seguridad jurídica. Ambos países se encuentran en las fases finales de la firma de este acuerdo.
“Es muy importante brindar seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros (…) Es relevante enviar un mensaje contundente para que siga fluyendo la inversión y, en especial, la que tiene que ver con el sectores no minero energético”, concluyó Lacouture.