Lograr los cierres financieros y terminar de estructurar los proyectos correspondientes a las olas 4 y 5, son algunos de ellos.
Continuar las obras de las concesiones viales de cuarta generación (vías 4G) que hoy en día ya están adjudicadas, lograr los cierres financieros definitivos que hacen falta de las mismas, terminar de estructurar los proyectos correspondientes a las olas 4 y 5 de dicho programa y consolidar la política pública de intermodalidad en el país son los principales retos del próximo presidente de los colombianos en materia de infraestructura.
Esto haría que el impacto de este sector de la economía en el PIB se mantenga positivo y que a la vez pueda jalonar el crecimiento de Colombia en los próximos 10 años.
Sobre todo, porque este sector es una de las grandes esperanzas del Estado para sacar adelante la desaceleración que lo golpeó en los últimos dos años, y que tuvo como contingentes el escándalo de la multinacional Odebrecht y la caída en la confianza de los bancos para financiar estos megaproyectos.
De hecho, para lograr avances en esta última materia, la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) está trabajando con el fin de que “las empresas de ingeniería cuenten con estructuras organizacionales modernas, a la vanguardia, y capaces de ofrecer las garantías que necesita el sector financiero”.
Un reto clave de este año, según expertos, es que el nuevo jefe de Estado logre la meta esperada de 10 cierres financieros y otros 10 más para el 2019, de modo que la construcción de obras mantenga un ritmo elevado, y de paso aumente la creación de empleos en ingeniería, mano de obra, administración y asesoría.
Esto, mientras se terminan de estructurar y licitar los nuevos proyectos del futuro, entre los que están varios aeropuertos, vías que conecten con dobles calzadas los puertos, ferrocarriles y la navegabilidad por el río Magdalena.
Lo anterior se torna clave, si se tiene en cuenta que el Estado debe cumplir con el Plan Maestro Intermodal 2015–2035, para lo cual se hace vital que revivan las líneas férreas y que la carga y pasajeros movilizados por el corredor fluvial más importante pueda ser una realidad.
La CCI concuerda con dicho planteamiento y agrega que “también deberán superarse los múltiples cuellos de botella logísticos que afectan, en materia grave, el trasbordo o el tránsito de las mercancías”.
Una salida a este problema la comenzó a tomar el gobierno actual del presidente Juan Manuel Santos, y consiste en crear plataformas logísticas en los principales nodos colombianos, con las cuales se podrán garantizar la reducción de tiempos y costos (para el comercio interno y externo) y que el acceso a puertos no quede bloqueado por temporadas invernales o condiciones adversas.
Dimitri Zaninovich, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI),destacó que desde ya se debe pensar en el siguiente esfuerzo en infraestructura, “que son las zonas logísticas, con las cuales se organiza y optimiza el transporte; estamos ante la consolidación de la nueva generación de proyectos”.
Otro punto importante del sector, para quien llegue a habitar la Casa de Nariño los próximos años, tiene que ver con la implementación del pliego tipo en todos los contratos del país, luego de que la reforma de la ley de contratación pública lo aprobara.
Según Argelino Durán, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), esta figura garantizará la pluralidad de oferentes y evitará la desbordada discrecionalidad de algunos funcionarios a la hora de confeccionar los procesos licitatorios de sus municipios y departamentos, lo que –de paso– servirá como política pública para que las pymes del sector tengan mayor participación.
**Tomado de Portafolio.co en: