Análisis conducido por estudio de la World Maritime University
El sector de transportes es la tercera fuente de empleo de servicios más grande del mundo y cumple un rol fundamental en las operaciones de muchas otras industrias. Aunque algunos piensen que el sector de transportes es diferente a otras áreas de trabajo, la tecnología se ha ocupado de reducir las diferencias con otras industrias.
La irrupción de la automatización eliminará ciertos trabajos al reemplazar funciones, pero también se crearán nuevas tareas a desarrollar, por lo que no necesariamente habrá menos trabajadores en la industria del transporte.
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El sitio web, MundoMaritimo, accedió al reporte de la Universidad Marítima Mundial (WMU) Transport 2040: Automation, Technology, Employment – The Future of Work, donde se estudia precisamente el impacto que la tecnología ha tenido en la industria del transporte y cómo es que está cambiando el escenario hacia el 2040. Entre las claves de esta tendencia descubiertas tras la investigación se concluye cuatro teorías.
Conclusiones claves
La primera de ellas es que la tasa de adopción de automatización será más lenta en el rubro transportista comparado con otras industrias. Seguramente esto tiene relación con que los medios de transporte autónomos demorarán más en implementarse que, digamos, otras tecnologías de automatización utilizadas en otras industrias.
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La segunda conclusión es que existe una mayor cantidad de tareas automatizables en funciones de baja y mediana complejidad que aquellas de alta complejidad. Esto dice relación a que en la medida en que la función es más compleja requiere de mayor interacción humana, por eso es que es menos probable de automatizar.
La tercera conclusión que arroja el estudio en general es que la demanda global de trabajadores de transportes cambiará con la automatización: se necesitarán más trabajadores pero con menores tareas físicas a desarrollar. La automatización de funciones requerirá que los trabajadores se alejen de sus funciones tradicionales relacionadas con el trabajo físico y se concentren en tareas asistidas por la tecnología.
La cuarta conclusión apunta a que el impacto de la tecnología sobre la fuerza laboral depende de una combinación de factores: capacidades, tareas, costos de trabajo y modos de transporte. Por eso, este último punto es el que mayores diferencias cause entre las diversas áreas de la industria del transporte. La combinación de dichos factores es distinta por tipo de transporte, ubicación geográfica, tipo de carga, etc.
Shipping
Por supuesto, estas conclusiones son aplicables a cualquier área de la industria de transportes, y la industria del transporte marítimo no es la excepción. El estudio proyecta la demanda de transporte marítimo estable hacia el 2040, siguiendo las tendencias tradicionales de crecimiento, por lo que la cantidad de trabajadores necesarios se mantendrá en el tiempo.
Aunque las naves autónomas son una realidad cada vez más probable, esto no necesariamente significa que habrá menos trabajadores, sino que su trabajo será diferente.
El caso del barco autónomo noruego Yara Birkeland sirve de ejemplo para visualizar el futuro. Esta nave puede operar con muy poca –o nula- tripulación, siendo manejada de manera remota.
Por lo tanto, las capacidades profesionales requeridas para ser “tripulante” de este tipo de embarcación se alejan de la definición tradicional.